RELATOS GANADORES DEL CONCURSO "CUENTO CONTIGO"

Aquí tenéis los relatos que han ganado el concurso literario. Se trataba de escribir un texto de un máximo de 150 palabras, que partía de un inicio dado.

Espero que disfrutéis al leerlos.

Y ahora a ver si conseguimos clasificarnos en la fase autonómica y llegar al final.

¡A por ello Victoria Kent!

  TEXTO 1

  BI-VENCIAS CRIMINALES

Lulú se dirigió cautelosa hacia la puerta empuñando el cuchillo de cocina en su mano derecha. “El cartero”, se oyó decir, mientras Lulú acercaba su ojo derecho a la mirilla.

Antes de llegar a mirar se detuvo y pensó en las consecuencias que podría tener ese acto. Dejó el cuchillo en la mesa y entreabrió la puerta. “¿Qué quiere?”, preguntó malhumoradamente.

El cartero, algo extrañado por la actitud de aquella mujer, le respondió con un tono tranquilo: “Le traigo un paquete.”

A Lulú le cambió la actitud, abrió tranquilamente la puerta y dejó pasar al cartero. Este, asustado por aquel cambio de actitud, puso sus sentidos alerta.

Justo cuando el cartero le iba a dar el bolígrafo, Lulú empuñó fuertemente el cuchillo y lo clavó en su pecho. Asustada, salió corriendo hacia la cocina, cogió unos paños e intentó no dejar pruebas.

Horas después llegó la policía y se encontró el cadáver del cartero y a Lulú en una esquina sentada.

 Posteriormente a Lulú le hicieron un examen psicológico y concluyeron que sufría un fuerte trastorno de personalidad y bipolaridad. 

  

                                                                            Autora: Cecilia Manzanares Garrido  (4º A)

 TEXTO 2

TE LO PROMETO, JULIA 

Lulú se dirigió cautelosa hacia la puerta empuñando el cuchillo de cocina en su mano derecha. “El cartero”, se oyó decir, mientras Lulú acercaba su ojo derecho a la mirilla. Efectivamente, era él. Dejó el cuchillo en el mueble y con la  cadena echada le abrió. “Démelas por aquí”, dijo Lulú.

Temblando cogió las cartas, otra amenaza la esperaba. “El día se acerca. Pagarás por lo que hiciste a Julia” ponía en la nota. Comenzó a llorar, no tenía culpa de lo que le pasó.

Julia era su mejor amiga. Llevaban juntas desde el colegio. Pero al entrar al instituto todo cambió. Se empezó a juntar con otras chicas que se metían con todo el mundo, hasta con Lulú.

El año pasado Julia se suicidó por unas fotos muy comprometedoras que alguien subió a internet. Todos señalaban que fue Lulú por todo lo ocurrido, pero se equivocaban.

“Encontraré al que hizo esto”, gritó Lulú entre llantos mientras golpeaba con sus nudillos ensangrentados la pared.

                                                                                        Autora: Esther Damián Rodríguez (4º D) 

TEXTO 3  

MALDITA NOCHE 

Lulú se dirigió cautelosa hacia la puerta empuñando el cuchillo de cocina en su mano derecha. “El cartero”, se oyó decir, mientras Lulú acercaba su ojo derecho a la mirilla. Abrió la puerta y no había nadie. Ella, confusa,  la cerró pensando que se trataría de una broma de mal gusto.

Volvió a la cocina donde su hermana la aguardaba impaciente para preparar la cena de esa terrorífica noche. Los niños gritaban sin piedad por las calles; la luna iluminaba las calles;  todo el mundo contenía el aliento, expectante a lo que pudiera ocurrir esa noche, esa maldita noche de sustos y miedo.

Lulú aunque no era muy fan de aquello siempre le hacía gracia asustar a los niños que llamaban a su puerta; ya que no tenía caramelos,  les daba un susto. Era la noche de Halloween después de todo.

                                                                                     Autora: Esther Ruiz Ramos (4º C)

TEXTO 4  

DUEÑA DE SU LIBERTAD 

Lulú se dirigió cautelosa hacia la puerta empuñando el cuchillo de cocina en su mano derecha. “El cartero”, se oyó decir, mientras Lulú acercaba su ojo derecho a la mirilla.

Escondió el cuchillo a su espalda y con una falsa sonrisa abrió la puerta para recoger la carta que esperaba, que aparentemente era muy pequeña.

Se despidió del cartero tras firmar el albarán y se dirigió hacia la mesa del comedor donde la depositó. La miraba nerviosa, pero tenía miedo a su ignorancia y decidió posponer su curiosidad a esa misma noche.

Pasó la mayor parte del día ocupada, tratando de no pensar, pero aun así siempre caía en la tentación. Al fin llegó el momento que había estado esperando durante casi siete meses y los nervios la mataban. Decidió salir de dudas.

 Tras leer la carta suspiró. Por fin podría salir sin que quien una vez fue su marido tratara de acabar con ella definitivamente. Es curioso como algo tan pequeño puede significar algo tan grande.

                                                                                        Autora: Cristina Palomo (4º D)